Lunga con su esposa, Clara Martínez, y su hijo Germán, un médico que aún hoy es quien conserva el archivo de las fotografías de su padre.

Autor desconocido. Imágenes cortesía Germán Lunga.

Partido de tejo en el antiguo Campo Villamil, 1945. El Campo Villamil quedaba en la Calle 67 No 25-46.

Discurso durante uno de los "viernes culturales" en el Teatro Municipal.

Gaitán saluda a sus partidarios desde su oficina de abogado en el edificio Agustín Nieto Caballero (hoy desaparecido).

Jorge Eliécer Gaitán pronuncia uno de sus discursos ante un público masivo en el centro de Bogotá.

Proclamación de Jorge Eliécer Gaitán como candidato del pueblo a la Presidencia de la República. Circo de la Santamaría (hoy plaza de toros), 23 de septiembre de 1945.

De haberse limitado a fotografiar a Gaitán, Lunga solo habría sido un reportero meritorio, igual o parecido a los que retrataron al líder liberal entre los años treinta y cuarenta. Pero tuvo el tino de hacer algo más: fijarse también en la muchedumbre que lo escuchaba con arrobamiento religioso. Hasta los años veinte, la fotografía en nuestro país era preferencialmente de gabinete y las imágenes de exteriores, cuando las había, se enfocaban sobre todo en la naturaleza o en el registro de aldeas soñolientas y apacibles.

De haberse limitado a fotografiar a Gaitán, Lunga solo habría sido un reportero meritorio, igual o parecido a los que retrataron al líder liberal entre los años treinta y cuarenta. Pero tuvo el tino de hacer algo más: fijarse también en la muchedumbre que lo escuchaba con arrobamiento religioso. Hasta los años veinte, la fotografía en nuestro país era preferencialmente de gabinete y las imágenes de exteriores, cuando las había, se enfocaban sobre todo en la naturaleza o en el registro de aldeas soñolientas y apacibles.

En los años treinta la fotografía cambió: los movimientos sociales se tomaron las calles, las plazas, los parques y las canchas deportivas, desplazando a los individuos –o a los paisajes– como objetos de interés para retratar.

Es imposible ignorar el impacto emocional que debieron causar entre los ciudadanos de una capital de 350.000 habitantes las multitudinarias marchas convocadas por el gaitanismo.

Este afiche de Jorge Eliécer Gaitán fue hecho a partir de la foto original de Lunga, y llevó a una silueta y dibujo de Jorge Franklin Cárdenas. Es una de las imágenes más emblemáticas en la historia de la política colombiana.

Este afiche de Jorge Eliécer Gaitán fue hecho a partir de la foto original de Lunga, y llevó a una silueta y dibujo de Jorge Franklin Cárdenas. Es una de las imágenes más emblemáticas en la historia de la política colombiana.

Este afiche de Jorge Eliécer Gaitán fue hecho a partir de la foto original de Lunga, y llevó a una silueta y dibujo de Jorge Franklin Cárdenas. Es una de las imágenes más emblemáticas en la historia de la política colombiana.

Este afiche de Jorge Eliécer Gaitán fue hecho a partir de la foto original de Lunga, y llevó a una silueta y dibujo de Jorge Franklin Cárdenas. Es una de las imágenes más emblemáticas en la historia de la política colombiana.

Este afiche de Jorge Eliécer Gaitán fue hecho a partir de la foto original de Lunga, y llevó a una silueta y dibujo de Jorge Franklin Cárdenas. Es una de las imágenes más emblemáticas en la historia de la política colombiana.

Incendio de la Casa de Gobierno, en la calle doce, entre carreras cuarta y quinta.

Incendio de tranvías frente al edificio de la Gobernación de Cundinamarca.

Jorge Eliécer Gaitán en la sala de urgencias de la Clínica Central.

Amparo Jaramillo, la esposa de Jorge Eliécer Gaitán, en la clínica, después del atentado.

Durante el Bogotazo, los niños de la calle eran enviados a incendiar los tranvías.

Víctimas del 9 de abril en el Cementerio Central de Bogotá. 11 de abril de 1948.

Los cuerpos llegaban como NN y les ponían una manilla blanca para identificarlos si algún familiar los reconocía. Muchoscuerpos llegaron desmembrados. Algunos desaparecieron del cementerio. Lo cierto es que la ciudad de ese entonces no dio abasto con la cantidad de muertos que hubo en la tarde del 9 de abril. La cifra exacta se desconoce. El Tiempo dijo que fueron 600, El Espectador registró 500 muertos. Cifras extraoficiales reportan que fueron más bien alrededor de 3000.

Estado de la carrera séptima (antigua calle real) el 11 de abril de 1948.

Así quedó la ciudad después del Bogotazo. Todo ocurrió en un lapso de 5 horas, y sin embargo al otro día la ciudad amaneció semi destruida.

Soldados leen la edición de El Tiempo del 12 de abril de 1948.